30 mayo, 2010

23 mayo, 2010

¿Y ahora qué?


Resultas exasperante.
Más hoy que hace 3 años, más ahora que cuando lo intenté por primera vez.
Cada vez tengo menos ganas de salvarte, cada vez que te tiendo la mano decides soltarte de forma inmisericorde. Quizás no en ese momento, quizás no hoy, pero mañana habrás vuelto al fondo del agujero.
¿De verdad es esto necesario?, ¿de verdad alguna vez me necesitaste?

Soy tu rayo de lucidez o tu pasatiempo favorito.

No, definitivamente no es una pregunta.