08 marzo, 2011

La chica pegada a una lapa

La chica que decidió pegarse a una lapa, no nació pegada a ella ni fue obligada por nadie a hacerlo. Fue una decisión que tomó cuando se le presentó la oportunidad. El hecho de si la oportunidad era buscada o encontrada no cambia la realidad de que la chica decidió cambiar su vida de modo radical y absurdo. Y tampoco cambia el hecho de que vivir con una lapa pegada a la cabeza resulta cuanto menos, incómodo.

12 enero, 2011

Recuento del periodo de estudio

Llevo unos cuantos días centrada en la innoble tarea de "pegarse la panzá a estudiar" semana y pico antes de que comiencen los exámenes, y fruto del aburrimiento, pesadumbre, hastío y demás sentimientos no-positivos que experimento, me dispongo a realizar un pequeño recuento de lo sucedido.

 1. La tinta negra de mi impresora no funciona. Mierda. La de color sí. Bien. Resultado: tengo que imprimir en gris o colores oscuros pero no negro todos los apuntes.
2. Me compré unos subrayadores bastante caros a principio de curso que ahora, cuando los necesito para destacar la información de entre la paja, no funcionan. Resultado: dinero a la basura y apuntes chapuceros.
3. Aún no he podido madrugar lo suficiente ninguna mañana como para ir a la biblioteca. Resultado: en mi casa no me cunde ni la mitad gracias a las distracciones... como ésta, por ejemplo.
4. Sólo he estudiado una asignatura completa a día de hoy. Resultado: falta de sueño que conllevará malestar físico y posible pérdida de memoria y atención. Mierda.
5. Tengo 6 exámenes en 5 días quasi-consecutivos. Resultado y aviso: si no vuelvo a escribir por aquí, mandadme flores al hospital, gracias.

08 enero, 2011

Introspección y futuro

Quizás me he contagiado de esas tradiciones bobas que postulan que el cambio de año puede suponer un cambio de vida, de hábitos o de expectativas. Como si el paso de un día a otro, la transición de un segundo, fuera a cambiar verdaderamente algo en nuestro interior por arte de magia.

Lo cierto es que desde este instante me decido a cambiar el rumbo que este blog tomó hace ya algún tiempo. La resignación, rabia, decepción y demás sentimientos que acompañan las relaciones que aquí se han plasmado (de amistad fundamentalmente, aunque también familiares o de mayor implicación incluso), quedan atrás y espero que se borren rápido de mi inconsciente colectivo, me gustaría aprender a escribir alguna otra cosa menos melodramática y fea.

Por ello, intentaré a partir de este 2011 -mierda, otra vez lo del nuevo año-, pasar más a menudo y con menos relatos semi-biográficos cargados de sentimientos negativos y melodrama, veremos a ver qué pasa.

Estoy pensando que en mi próxima entrada comentaré alguna cosa de la carrera... Ups, os dejo, que además de año, he cambiado de hora y necesito reparar mi jet-lag.


Suerte compañeros.

27 diciembre, 2010

Ciao

Probablemente, mi responsabilidad es mayor de lo que supongo y haya pecado, de nuevo, de pretenciosa.
Seguramente, para ti sea sólo mía, y no nuestra.
Lo nuestro quedó en esos años de teléfonos derretidos, de sonidos rimbombantes y de confianza mal construida, es más que probable.

Ahora abres los ojos de nuevo y no me reconoces. Podría decir que yo a ti sí, pero para qué, si no me oyes, si no me escuchas y quien lo hace modula su oído para ajustarlo a lo que espera.

Es desesperante, ¿sabes?. Es desesperante que quien era el espejo, el puzzle, la mente, sea ahora aire.

04 diciembre, 2010

De paseo por Brooklyn

Brooklyn Heights view.
Era 30 de julio, me encontraba en Bryant Park a merced del calor sofocante de la isla de Manhattan.
Sentada en una de esas mesitas verdes que hay por los parques públicos de la ciudad, reflexionaba.

Esa misma mañana había estado visitando Brooklyn con mi compañera de piso y al llegar a la escuela comenté algo sobre Truman Capote y ese lugar de la ciudad. 
La mayoría de compañeros no eran españoles, pero para los que lo eran, sonó igual de ininteligible.
Ninguno sabía que en Brooklyn Heights había sido escrita "A sangre fría" y apenas podían intuir que "Breakfast at Tiffany's" fue un libro antes que una película.
Tampoco sabían de Norman Mailer o Arthur Miller. 

Y ahora mientras yo pensaba en ello, en que estaba en la ciudad de Woody Allen, de Auster o de Sonic Youth, ellos lo obviaban y charlaban animadamente de lo que más les impresionaba de la ciudad.

Las ostentosas marcas, el lujo, Gossip Girl,  kiss&fly, las limusinas...

Me sentí mayor, de pronto y sin necesidad,
fuera de mi generación,
de sus preocupaciones y de sus gustos.

Pensé, una vez más, que este no era mi momento ni mi lugar,
pero me reconforté en parte,
a sabiendas de que lo que estaba viviendo era el ayer de muchos otros pasados.
Pero sólo en parte.

28 noviembre, 2010

Trabajos pasados.

 Al matricularme en primero de carrera, me obligaron, sin demasiada explicación (a día de hoy sigue sin tenerla), a matricularme de una optativa llamada "Derechos Humanos". Creo que aprendí poco o nada sobre el tema, la verdad es que el Derecho nunca me ha fascinado, ni creo que lo haga, y menos después de conocer los términos en los que se mueven los profesionales del tema, por ejemplo, en el caso que presentaré a continuación.

Nos hicieron hacer un trabajito sobre eutanasia, más que sesgado, del que ahora rescato fragmentos de mi conclusión, sin más, porque me apetece.


"Mantengo mi opinión, pero ha sido necesaria la adaptación de los términos y los modos, pues bajo el prisma de los derechos humanos y lo que estos conllevan en su formulación, se hace necesario reorientar hacia otros terrenos mi posición a favor de la eutanasia.

Como el Derecho nos dice, los seres humanos contamos con un factor especial que nos distingue como especie distinta al resto. Por nuestra propia naturaleza (basada en el genoma distintivo que poseemos) somos seres de plena dignidad. Esta dignidad se ve sustentada en dos principios: la libertad y la racionalidad con los que contamos por el hecho mismo de ser seres humanos y pertenecer a esta especie. No se necesita que estos derechos sean explotados para ser una persona, tan sólo con ser de la especie humana se cuenta con ellos. Así pues, como consecuencia o en respuesta a esta dignidad con la que nacemos, contamos -entre otros aspectos- con los Derechos Humanos. Y uno de los principales derechos humanos, sino el fundamental, es el derecho a la vida. Por eso choca que podamos llegar a plantearnos conceptos o más bien realidades, como la de la eutanasia. 

¿Por qué nos preguntamos si es ético o no practicar la eutanasia?, creo que planteando esta pregunta podemos llegar a algunas conclusiones.


Cuando debatimos acerca de la eutanasia estamos cuestionándonos, si es ético que una persona que cumpla, por supuesto, las características de estar físicamente enferma, con graves dolencias y dificultades, y que se encuentra cercana a la muerte y que desea morir, tiene derecho a ello o no (en otras condiciones resulta simplemente absurdo).
Si nos enfrascamos en conceptos más elevados, relacionados con esta dignidad humana (que tiene como uno de sus principios el garantizar la existencia física de las personas), llegamos al punto de plantearnos que nadie tiene capacidad moral de acabar con la vida de otra persona.
Ahora bien si nos situamos en situaciones concretas, cercanas, en casos reales no hipotéticos, es más difícil ser tan tajantes. Es difícil no empatizar con estas personas que quieren morir, podemos llegar a comprenderles perfectamente: lo poco que les queda de vida es sufrimiento... ¿Es peor morir que vivir sufriendo?.



Además, recordemos que estas personas son enfermos que en el supuesto de que no existieran los avances tecnológicos y médicos que hay hoy en día, no estarían vivas.
Se está alterando su 'naturaleza' se está 'jugando' con su vida de forma artificial (por muy beneficiosa que la medicina sea, eso es así), pero por el contrario no se puede acabar también de forma artificial con estas vidas artificiales, aunque se quiera. Las personas quieren seguir viviendo y se ayudan para ello de la medicina, pero si quieren quitarse la vida no pueden pues es obligación de todo ser humano mantener la vida, la integridad de cualquier persona.

Por supuesto que no estoy a favor del suicidio asistido, tampoco de que se suministre la eutanasia sin ningún tipo de control o sin sopesar si lo que el paciente sufre es en realidad dolor físico o son otro tipo de patologías psicológicas.
Se tendrán que hacer muchos estudios y andar con pies de plomo, se tendrá que controlar de forma exhaustiva y se tendrán que crear los cauces óptimos, pero no podemos ser ciegos ante la evidencia de que al igual que avanza la medicina, habrán de avanzar los aspectos con ella relacionados, capullo engominado y presuntuoso.

24 octubre, 2010

Matemáticas

Lo que está claro es que lo mío no es el 100%

Si no esto, aquello, y lo sé.

Lo sé y por eso tengo un blog.
Para esto, que ahora me llena al 99% y para aquello que duele como una punzada ardiendo, aunque sea un 1%.

07 octubre, 2010

Flores exentas de maceta


Mientras me sentaba en aquel bar que denominaría poco menos que de "post-moderno", entendiendo moderno por nuevo o si me permiten ser algo más flexible, por limpio, ordené la primera tacita de cafeína líquida.
La ordenaba, me la servían. Todo era perfecto, si no fuera por el pequeño detalle de que más tarde tendría que abonar su precio. Pero ya solucionaría eso en otro momento.

Bolsos Louis Vuitton falsos, bicicletas de niño llevadas por universitarios. Zapatillas de deporte excesivamente grandes y best-sellers que pretenden mantener a sus febriles lectoras en vilo hasta la última página. Pero todos sabemos cómo acaba. Un par de blackberrys, gente mascando chicle con la boca abierta. C'est magnifique.

Supongo que la sociedad no necesita ser salvada. Supongo que estaba equivocada y he tirado tantos años de mi vida, que ponerme a contarlos sólo haría que cuando volviera a pasar la camarera pidiera un carajillo bien cargado. Y no me podía permitir eso. No con la cadenita colgada en mi muñeca que señalaba que ya eran 60 días.

21 septiembre, 2010


"Y no me gusta dormir con calcetines"
Tecleó la última frase e imprimió el documento. Ahora ya tenía la lista de todas las cosas que alguien necesitaba saber para conocerla completamente. Al menos eso creía.

En su primera relación dijo tan sólo un par de aquellas cosas fundamentales, que no salen en una conversación prototípica. Por ejemplo que cuando dormía sola cerraba la puerta de la habitación por dentro a causa del miedo, o que le gustaba escuchar música clásica cuando tenía ganas de llorar.
En la segunda llegó a explicar con todo lujo de detalles, la intrincada relación que mantenía con su familia. Fue un paso de gigante explicar a otro ser humano cuánto detestaba a su tío H. y el por qué.
Pero no estaba dispuesta a repetir errores; esta vez se aseguraría de no desvelar demasiado al principio, esperaría a tener al oponente bajo sus hilos, y entonces, quizás comenzara a relatarle algunas de esas intimidades que sólo él merecía saber. Por orden, eso sí.
Esta vez sería ella quien, a golpe de lectura fugaz recordara qué debía decir durante el primer mes que salieran, qué tocaba relatar cuando se acostaran, con aire soñoliento y qué le explicaría cuando le diera las llaves de su apartamento, con una copa de vino en la mano y cara de inocencia.
Un plan perfecto.

07 septiembre, 2010


Dejo las maletas en la puerta y apoyo el costado en el quicio.
Me sacas de quicio.
Creo que por eso estoy tan cegado de ti. ¿Cómo es posible que...?. En fin.
De una patada abro la puerta y ahí estás, tumbada en el sofá, fumando, con los ojos llorosos. Sonríes.
Me sacas de quicio.
Podrías estar creando, ganando dinero a raudales o viviendo sin sentirte basura.
Pero no te gusta esa vida, ¿es eso?.
Para cuando corro las cortinas ya te has dormido, o puede que estés en coma.
No vi la botella de alcohol destilado que tenías en el regazo. Quizás, tu único verdadero confidente, quizás tu único amigo.

Adiós, adiós, yo me voy con el sol.

15 julio, 2010

Excesivo


Esta vez la sobredosis tampoco fue buena. ¿Qué esperabas?. Ese modo de ser abismal, reflejo y dominado no podía conducirte a nada mejor. Tampoco a nada peor, estás en el punto justo e idóneo. No eres nada y tus aires de grandeza se esfuman con los alaridos de la brisa marina. Olvídate. Esta vida no fue hecha para ti, tampoco esa otra vida, no, mejor que lo aprendas ahora y no dentro de 10 años.
O eso me dijeron a mí, pero... qué quieres que te diga, habría preferido seguir con esa vida que no era mía, con esos alardes y extravagancias un poco más... Todo esto es tan frío...

30 mayo, 2010

23 mayo, 2010

¿Y ahora qué?


Resultas exasperante.
Más hoy que hace 3 años, más ahora que cuando lo intenté por primera vez.
Cada vez tengo menos ganas de salvarte, cada vez que te tiendo la mano decides soltarte de forma inmisericorde. Quizás no en ese momento, quizás no hoy, pero mañana habrás vuelto al fondo del agujero.
¿De verdad es esto necesario?, ¿de verdad alguna vez me necesitaste?

Soy tu rayo de lucidez o tu pasatiempo favorito.

No, definitivamente no es una pregunta.

24 abril, 2010

Disaster... low




No tiene fama ni prestigio a nivel literario.
Sí a nivel moral,
pero las moralinas tampoco tienen prestigio lírico.
Es más sencillo que lo contrario,
pero cuesta más encontrar el coraje en algún rincón de tu desidia.


Hacer las cosas bien...

07 abril, 2010

Un poco de aire no estaría mal.

El juego se hace insostenible,
menos mal que apoyas tu nariz en mi nuca,
así el CO2 fluye y se transforma,
reiniciando el ciclo.

29 marzo, 2010

Predefinido #000845

Mi mano se aleja fácilmente de la tuya.
El mismo lugar.
Los pálpitos de mi corazón son parecidos.
Aquí estamos y no volveremos...

15 febrero, 2010

Reedición.

Cuando despertó sentía una angustia encogiéndole el pecho, la misma que le había perdurado toda la noche mientras soñaba.

Soñaba que todo había sido un sueño. Que todas las cosas que le habían ocurrido eran un sueño, un bonito sueño que nunca llegó a lo consciente.

Era tan vívido el recuerdo de aquellos momentos, de aquellas personas... No estaba seguro de nada, ¿realmente no existía? ¿Había estado soñando todos los momentos de su vida?

Sobresaltado por los pensamientos que se arremolinaban en su cabeza, saltó de la cama cuando el sudor frío comenzaba a recorrerle la espalda... ¿Era su cama?

No podía haberlo soñado, era demasiado real.

Rebuscó entre la ropa tirada en el suelo, nada. La desesperación se apoderaba de él, "No puedo haberlo soñado, eso sólo son tonterías, eres un hombre serio" se repetía. Más sudor frío, helado, recorría su espalda... No se atrevía a salir de la habitación por temor a lo que pudiera encontrar fuera, o a lo que no fuera a encontrar.

Se sentó. En la oscuridad de la habitación intentó recordar. ¿Cómo podía no saber si algo era sueño o realidad? ¿No era algo evidente? Siempre pensó que eso era algo dado por hecho, algo irrefutable en lo que no valía la pena perder el tiempo ¿Filosofía?.
Pero ahora... Se encontraba desesperadamente falto de respuesta respuesta. "Sí -se dijo-, no es posible que haya soñado todo, nadie tiene tanta imaginación..." Pero "¿y si ni siquiera yo existo?", se miró en el espejo mientras el sudor frío cada vez era más intenso y la sensación de opresión en el pecho se le hacía insoportable.
El reflejo era demasiado difuso.

Angustiado, por no saber qué pensar, no saber si era cierto o falso, no saber siquiera si lo que le sucedía era real, se tumbó. La sensación de pérdida, de agobio, era algo nuevo para él y no podía enfrentarse solo. Se durmió embebido en el ambiente cargado de la habitación.

Cuando despertó la sensación de atudimiento se había disipado. Se vistió, recordó la noche anterior, pero pronto ocupó su cabeza en otros asuntos, al fin y al cabo era un nombre serio, tenía cosas importantes en las que pensar.

Cuando salió a al calle tenía otra perspectiva, todo era diferente. Desde arriba todo era distinto.
Sí, parecía que finalmente había muerto. Eso lo explicaba todo. Aquel estupor, las sensaciones tan extrañas, no podían ser algo normal. Y de pronto se sintió lívido, atemporal.


"No estás en el cielo -le dijo una voz-, simplemente es un sueño."

Y despertó.

04 febrero, 2010

Pequeña


Eres tan absurda, pequeña. Acabo de pintar mis uñas de color azul y doy dos sorbos más. Eres una especie de chiste de ser humano, un chiste malo. Retoco mis pestañas y apuro el cigarro. En fin, eres una pena, tu vida es una pena. Quizás en otra vida todo te sea menos ajeno. Afilo mi navaja por última vez y abro la puerta.

01 febrero, 2010

Anx

En ocasiones esta asfixia se torna agradable y quasi placentera, como una petite mort anticipatoria... Son ráfagas muy breves.

25 enero, 2010

Slightly...

Mis piernas describen una V en el aire. Mi cuerpo es una L bífida. Tu cabeza en medio del dantesco abecedario parece un punto invertido de la I. Masticas palabras sin sentido y -de abajo a arriba- de mi boca brotan los más elaborados versos. Somos una máquina perfecta de la poesía y la prosa más sucia.