27 diciembre, 2010

Ciao

Probablemente, mi responsabilidad es mayor de lo que supongo y haya pecado, de nuevo, de pretenciosa.
Seguramente, para ti sea sólo mía, y no nuestra.
Lo nuestro quedó en esos años de teléfonos derretidos, de sonidos rimbombantes y de confianza mal construida, es más que probable.

Ahora abres los ojos de nuevo y no me reconoces. Podría decir que yo a ti sí, pero para qué, si no me oyes, si no me escuchas y quien lo hace modula su oído para ajustarlo a lo que espera.

Es desesperante, ¿sabes?. Es desesperante que quien era el espejo, el puzzle, la mente, sea ahora aire.

2 comentarios:

inki dijo...

Mucho ánimo :).

Anónimo dijo...

Soy Cris, es sencillamente perfecto lo que acabas de escribir. Bravo, una vez más te digo que eres una gran escritora de corazón.