15 septiembre, 2008

Papel azaroso



Sin saber cómo ni por qué aquella hoja había entrado por la ventana.


Era casualidad, pues entre la mole de edificios que sembraban la ciudad, no había uno solo que tuviese las ventanas bajadas, todas estaban abiertas de par en par, y precisamente fue a entrar aquí, en mi cuarto.


Me quedé mirándola un buen rato. ¿Por qué habrá entrado?


A los seres humanos nos gusta creer que el azar determina en algo nuestras vidas, que algo mágico las controla... Pues bien, si les digo la verdad, el azar no sirve de nada.
¿Sirve de algo preguntarnos por qué o preocuparnos por cómo nos afecta algo que por definición es "accidental"? .
Más vale tratar de cambiar las cosas: el esfuerzo, y no el azar, es lo que nos determina.
Aceptar las coincidencias cotidianas como naturales es lo más sano.


Cogí la hoja y la guardé en un libro.

Salí a la calle con la cabeza alta y desafiando con la mirada al viento transparente.

2 comentarios:

Nekemi dijo...

Me gusta que escribas cosas y no las recuerdes.
Es muy alentador, por si un día decides convertirte en asesina en serie =)

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A mi me gusta creer en el azar, las casualidades y en el destino. Aunque, está claro que no todo será gracias a eso, algo deberemos trabajarnos. Pero el azar es el azúcar en una taza de café =)


Besets!
tQié

Anónimo dijo...

El azar son los hechos que nos acaecen y a los que damos cierta trascendecia por algún motivo. No es malo creer en el azar o considerarlo una estupidez. Lo malo es dejar al azar cosas que podemos controlar, porque lo malo no es creer en algo, lo malo es depositar nuestro trabajo en otros hombros que no sean los nuestros.